La restauración de la cúpula de las Escuelas Pías (1771), la más grande de la Comunitat Valenciana y la cuarta de Europa en tamaño, culmina tras casi dos años de obras y las grandes y amenazantes grietas que mostraba la estructura han desaparecido. Este diario ha podido comprobar el resultado final de este compleja y minuciosa intervención que ha llevado a cabo un equipo multidisciplinar de la empresa EMR y dirigido por el arquitecto Luís Cortés que ha devuelto la luz al interior de la iglesia de los escolapios. La colosal cúpula de Escolapios, con 24,5 metros de diametro que le han valido al templo ser conocido como el «Panteón valenciano», presentaba preocupantes grietas, que aunque no comprometían su estabilidad, era necesario reparar.
Tras años buscando financiación, la aportación de 1,4 millones de euros del Ministerio de Vivienda permitió empezar las obras. La intervención se acometió en dos fases, una en el exterior, en la que se recuperaron una a una las tejas esmaltadas originales, más de 30.000 piezas, de cerámica azul vidriada. La estructura agrietada de la cúpula se ha reforzado con un gran anillo de acero, inapreciable desde el suelo pero que da estabilidad al conjunto. En la primera fase se recuperó la linterna de la cúpula, que estaba cegada. Las nueve ventanas se han vuelto a abrir y vuelven a iluminar el templo. En vez de alabastro se ha optado por la colocación de vidrio laminado, más resistente y que ahora baña de luz natural al interior del templo. El cambio, como anunciaba en su día el arquitecto Luis Cortés, es notable.
En la segunda fase, que arrancó en mayo pasado se acometió el trabajo en el interior, donde se localizaron en catas trazas de un esbozo de decoración floral anillada que quedó incompleta posiblemente por falta de financiación tras el fallecimiento del mecenas del templo, el arzobispo Mayoral. Esta decoración vegetal se ha podido recuperar en las nervaduras de la linterna. En la cúpula interior, donde no queda rastro de las grandes grietas que la atravesaban, se han recuperado los colores de la gama de azules y grises con nervaduras blancas que tenía.