Inundar la zona, por Antoni Gutiérrez-Rubí. Esta táctica, conocida como Gish gallop (galope de Gish) o ametralladora de falacias, es un recurso habitual en debates electorales. #GishGallop bit.ly/3XeVQb8
El mismo principio de manipulación por saturación está detrás de muchas de las campañas de desinformación masiva y de la estrategia propagandística que se conoce como firehose of falsehood (manguera de la falsedad).
Este método, con raíces en la propaganda soviética y perfeccionado en la era de Putin, consiste en inundar el espacio mediático con un torrente de mensajes, transmitidos de forma rápida, repetitiva y continua.
Su objetivo no es necesariamente convencer, sino confundir, desorientar y desgastar la capacidad crítica del público.
La saturación está siendo la estrategia de Donald Trump: 59 órdenes ejecutivas en los primeros 20 días La saturación también está siendo la estrategia de Donald Trump en su segundo mandato: 59 órdenes ejecutivas en los primeros 20 días (nadie había firmado tantas en tan poco tiempo). Los propios ciudadanos se sienten desconcertados ante la aceleración. De hecho, un grupo de psicólogos advertía que algunos de sus pacientes confesaban sentirse “agotados”, aunque las medidas no les afectaran directamente. El equipo de Trump ya anunció que, en su regreso a la Casa Blanca, la consigna sería shock and awe (conmoción y pavor). Y lo consiguen “inundando la zona”, una ofensiva comunicativa que despliega múltiples temas simultáneamente, dificultando la reacción de los medios y de la oposición. Ezra Klein recuperaba unas declaraciones de Steve Bannon, quien fue asesor de Trump: “Lo único que tenemos que hacer es inundar la zona. Cada día los atacamos con tres cosas. Morderán una, haremos todo lo que podamos. Bang, bang, bang”.