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El domingo 8 de marzo de 1925 fallecía en Getafe San Faustino. En aquellos últimos momentos le acompañaron la soledad de su habitación y el silencio del mediodía, con un corazón habitado por la profunda certeza de haber dejado obrar a Dios.

Nacido en la pequeña pedanía orensana de Xamirás, Manuel Míguez abrió los ojos a la vida en una familia en la que aprendió, desde muy pronto, a relacionarse con Dios y con los prójimos. La vocación sacerdotal encontrará respuesta en el sí generoso del adolescente que pondrá rumbo al Santuario de Los Milagros, donde conocerá a un escolapio.

Es entonces cuando decide reorientar la marcha y dirigirse a Madrid para ingresar en las Escuelas Pías. Comienza un tiempo nuevo que se sella con el cambio de nombre: en la Orden y para siempre, se llamará Faustino de la Encarnación. Tras el tiempo de estudios, se pone de nuevo en camino hacia Guanabacoa (Cuba) y otros destinos en España: San Fernando de Madrid, Getafe, Celanova, Sanlúcar de Barrameda, El Escorial, Monforte de Lemos, …educando, acompañando, sirviendo siempre.

Su inteligencia despierta y una gran capacidad de trabajo se unieron al amor por la vocación escolapia: sin abandonar jamás la escuela y el trabajo con los alumnos, investigó aplicando las propiedades curativas de las plantas. Con la mirada en los enfermos y marginados, desea la salud integral de la persona: observa, escucha y sana.

Impulsado por el mismo espíritu que movió a San José de Calasanz, fundó el Instituto de Hijas de la Divina Pastora, para la educación de las niñas y la promoción de la mujer. “Buscar y encaminar”, a imagen del Buen Pastor, para que la inocencia del corazón no perezca en medio de la ignorancia, y para que la cultura sea la mejor recomendación de cada alumno, garantizando el bien de la familia y de la sociedad.

En el primer centenario de su muerte, la memoria de San Faustino desafía y convoca: la educación, el cuidado integral de la persona, el amor por la creación, la mirada que descubre en los márgenes el latido de la existencia, la protección de los más vulnerables, la aportación de las mujeres….aparecen aún como retos que invitan a seguir haciendo posible la vida.

Enlace a las Calasancias en https://www.institutocalasancio.es/noticias/i-centenario-de-la-muerte-de-san-faustino-m