El 4 de abril de 1602 nació el nombre de «Escuela Pía» para aquella escuela que inició Calasanz en Roma al ampliar la primera experiencia en la sacristía de la parroquia Santa Dorotea en 1597.
Era el inicio de las Escuelas Pías, de los escolapios, que eran algunos sacerdotes y bastantes laicos que colaboraban con la naciente obra de Calasanz. La Congregación de los escolapios, ya religiosos, nace 13 años más tarde.
Hoy debiéramos tener en cuenta esto para seguir llamando escolapios, con pleno sentido, a religiosos y laicos.
Por eso llamamos hoy Orden de las Escuelas Pías y Fraternidad de las Escuelas Pías. Porque son las Escuelas Pías más que la Orden, gracias a Dios.
