Pepe Mujica no predicaba la felicidad de los anuncios. Ni la de los likes. Ni la del “sálvese quien pueda”.
Su felicidad era otra: Vivir con poco, Trabajar con sentido, Cuidar a quien se ama Y Pelear por un mundo más justo.
Nos lo dijo mil veces, con palabras sencillas y verdades incómodas:
- “Nos vendieron una civilización donde el éxito es tener, y no ser.”
- “Pobres no son los que tienen poco. Pobres son los que necesitan infinitamente mucho.”
- “Cuando compras, no pagas con dinero: pagas con el tiempo de tu vida que gastaste para conseguir ese dinero.”
En tiempos donde el consumo es religión y la ansiedad es norma, Mujica nos recordó que la felicidad no se compra: se construye con ternura, con lucha y, sobre todo, con libertad.
