Estamos en una época de crecientes conflictos y guerras que van afectando cada vez a más personas y de forma más injusta e inhumana… si cabe.
Tenemos que decirlo bien claro y bien alto: no a la guerra, a cualquier guerra… y todavía más a aquellas más inhumanas, donde el único objetivo es el poder y los privilegios de unos pocos a costa de muchos.
No a la guerra en Ucrania, no al abuso en Gaza y Palestina, no al conflicto con Irán, no a las guerras «olvidadas» de Sudán, Myamar…
No a todo lo relacionado con la guerra, el negocio de las armas, las injusticias sociales, la propagación del odio, las fronteras que deshumanizan…
Escuchemos a las Naciones Unidas, al Papa y la Iglesia, a las gentes de bien que queremos un mundo más humano y hermano para todas las personas del mundo.