Decía José Enrique Ruiz de Galarreta, que «el sueño de Dios no puede ser la raquítica salvación de media docena de perfectos, sino que es toda la creación, realizada y perfecta, lo que constituye el sueño de Dios; su proyecto; el Reino».
Consecuente con esa idea, José Enrique definía la humanidad en los siguientes términos: «Una comunidad de Hijos queridos por Dios que sólo amándose como hermanos podrá realizarse»,