Otro núcleo fundamental del últio Capítulo General fue «el ministerio insustituible escolapio», con dos claves de vida: la identidad escolapia de todas nuestras plataformas de misión y los jóvenes y Movimiento Calasanz.
La educación escolapia no solo fue pionera hace más de 400 años cuando Calasanz comenzó aquella escuela en el Trastévere, sino que también hoy, cuando sigue los elementos fundamentales de nuestro estilo, se convierte en novedosa, muy eficaz, muy valiosa, muy útil, muy… como podemos ver en el Memorial al Cardenal Tonti que escribió nuestro Fundador.
Para llevar adelante esta misión es fundamental que cuidemos nuestra identidad escolapia, dándola a conocer a todos y cuidando su estilo. Y también ha de cuidar la preferencia por los más pequeños… ¡y por los jóvenes!