El Ayuntamiento de Barbastro y los Escolapios han formalizado este miércoles la compra del edificio del colegio San José de Calasanz. «Un momento histórico», afirmaba el alcalde, Fernando Torres. «Un día ilusión y responsabilidad», añadía Jesús Elizari, padre provincial de los Escolapios.
El Ayuntamiento adquiere el edificio del colegio por 2’5 millones de euros, en «una de las operaciones patrimoniales más importantes de Barbastro en los últimos años», ha subrayado Torres. El alcalde ha defendido que «el acuerdo es muy favorable para las dos partes» y que la idea, «desde el principio, es que la orden escolapia siga en nuestra ciudad».
Por su parte, Elizari ha recalcado la «ilusión» por concluir este proceso, después de largas negociaciones. Ahora, se abren tres años por delante para que el nuevo colegio, en la zona de La Millera, sea una realidad. «Un colegio que responda a la promoción, bienestar y educación integral de hoy y del futuro», ha subrayado. La idea es que en un plazo de nueve meses esté listo el proyecto y comiencen las obras.
La concejal de Hacienda y Régimen Interior de Barbastro, Blanca Galindo, ha explicado que la compra del colegio de los Escolapios por parte del Ayuntamiento ha supuesto «un expediente laborioso, que hoy culmina». Galindo también ha resaltado que con la firma de la compra «culminan dos voluntades que han aunado las necesidades de las dos partes». Así, el Ayuntamiento necesita espacio y la orden Escolapia un nuevo colegio para mejorar sus instalaciones.
Por su parte, Toñi Hervás, directora del colegio San José de Calasanz de Barbastro ha calificado la compra del edificio de los Escolapios por parte del Ayuntamiento de «hito importante para nuestra ciudad». Hervás ha recordado que llevan «en el mismo emplazamiento desde 1721. Calculamos que por nuestra aulas han pasado alrededor de 91.200 alumnos».
La venta del edificio permite a la Orden Escolapia afrontar la construcción del nuevo colegio. Un centro que podrá acoger alumnado de 0 a 3 años en un edificio de alta eficiencia energética. Las aulas, ha adelantado Toñi Hervás, serán «amplias, luminosas y flexibles, distribuidas en planta baja, dos alturas y sótano».
Tras repasar el completo programa pedagógico y social que desarrollan en el centro, Hervás ha dejado claro que «nuestra intención es que los Escolapios sigan en Barbastro, al menos, 300 años más».
