El Dios todopoderoso del cielo se ha hecho Niño «todo-necesitado» que se pone en nuestras manos con infinita confianza en nosotros porque nos quiere. ¡Aleluya!
A los escolapios, religiosos y laicos, nos ayuda mucho a seguir descubriéndole en cada niño, en cada niña, a quien dedicamos nuestra misión educativa y evangelizadora.